lunes, 3 de septiembre de 2007

La muerte del verano

Adios a un verano de lágrimas, de risas, de interminables conversaciones deseando que el reloj quedase anclado en el tiempo, de ilusiones y decepciones compartidas, de amaneceres por sorpresa y de eclipses del corazón.

Un verano de cervezas compartidas, de billetes de idas y vueltas, de estudiar solo para aliviar la conciencia, de trabajar solo para no estudiar, de escribir a medias tintas en servilletas de bares que parecían emergir a nuestros pies, de ceniceros a reventar por la desilusión de quien llega sin hacer ruido.

Un verano de conocer a unos y despedirme de otros, de sustos y de alivios, de tomar decisiones en un segundo, de correr sin saber de lo que huia, de equivocarme y rectificar para volver a equivocarme, de quedarme en punto muerto mientras todos me adelantaban en la carrera...

De llegar a conclusiones absurdas que ya conocía...

No me gustan los atascos, ni las carreras apresuradas de última hora, pero me gusta que llegue el otoño, que caigan las hojas amarillas de los árboles, y hagan un surco alrededor de mi errante caminar... No me gusta la gente que toca la bocina cuando se ve obligado a parar, y no aprovecha para reflexionar que está haciendo mal y puede cambiarlo, pero me gusta mirar la lluvia desde mi ventana, pensar que puedo unirme con el firmamento, ... me gustas tú.

2 comentarios:

Tacónrojo dijo...

Yo le digo adios a un verano de promesas rotas y estudios(el primer verano!!!) aunque tambien de ilusiones y borracheras ^^
buen verano eh? ;)
siempre nme quedará paris jajajajaja

Busca quetebusca a la nueva musa y me quentas quien es! jj que musä solo hay ¿una?

Un muak, ya sabes... un puñao!

María Popea dijo...

Te estoy echando de menos y hace poquito que te fuiste.

Yo no le digo adiós a nada, porque tu estas conmigo y todo lo que pasamos no se queda atras sino en mi corazón.