lunes, 17 de septiembre de 2007

Un cuento sin título

En este cuento sin título, ¿Qué tenemos?... Ah si, la dama, que era muy bella toda ella, muy bonita, muy encantadora, era el sueño de cualquier hombre del reino. Pero era ella tan reservada que nadie conocía el buen corazón que albergaba.

Dejenme recordar, si, también había un caballero, muy valiente el, que estaba totalmente enamorado de la bella dama. El, que había estado en mil guerras, en mil batallas, que no le temía a la muerte, pero sin embargo tenía miedo de confesar a la bella dama su amor.

Por supuestísimo, hay un malo. Un malo además muy envidioso. Este malo, lleno de codicia, quiso tener a la bella dama bajo su poder, pero claro, esta conocía su oscuro corazón, y se negó a casarse con él. Entonoces, el malo, ciego de ira, la raptó, y como nunca pudo doblegarla ni hacerla suya, le deformó la cara mediante un conjuro, y la abandonó, pensando, el pobre desgraciado, que como no era suya jamás sería de nadie.

Nuestra bella dama se echó a llorar, pues ya nadie la querría, al perder toda su belleza. Pero el gran caballero se armó de valor, y por fín, se decidió a hablarle: "La belleza que un día tuviste no es nada comparada con la que aun guardas en tu interior, por tu corazón, estoy dispuesto a luchar en la peor de las guerras". Y según me cuentan, vivieron felices por siempre...

2 comentarios:

María Popea dijo...

ES un cuento muy lindo doyvuel

te amo lindo mio.

John Michael dijo...

tu si que eres linda...