martes, 26 de enero de 2010

God Hate Us All




Los has oido rezar, murmurar con su mente palabras que mascan el odio. Habrás sentido su nauseabunda presencia, justo cuando te dabas la vuelta.
Los sentiste regocijarse con la miseria mundana que los arropa.

Todos se llaman hijos de Dios mientras afilan las piedras y empuñan los libros, cuando la tinta mata y se transforma en sangre. Escribieron palabras que borraron vidas.

No te dijeron nada de este lugar...

Donde el hombre inventó a Dios a su semejanza; el sucio páramo de la misantropía.

Con la misma mano con la que te ayudo a levantarte, te dibujo una sonrisa en la garganta que ahoga tu vida.

Te llamaron hermano, te cubrieron de oro, te susurraron dulces palabras, pero he visto hermanos quitarse la vida sin pestañear; he visto oro que se fundía y abrasaba hasta el alma; y he oido dulces palabras que encierran un veneno tan letal que mata lentamente.