jueves, 25 de junio de 2009

Hijo de Caín




No hubo gota del rocío que colmara este alma sedienta de amaneceres.

No hubo una gota carmesí para desteñir todos los crepúsculos.

No hubo suficiente piel para tatuar todas las normas.

Desterrado de un paraíso que ni me pertenece ni me ha pertenecido,
tengo las manos llenas de sangre por no saber arrodillarme.
¿Acaso soy yo el guardián de tu piel?
¿Acaso el sol sale por dos sitios?

Si pudiera, volvería a alzar el filo cortante de la piedra
y descargarlo con rabia contra su sién de nuevo.
Volvería a contemplar su mirada de horror y de muerte,
sintiendo su sangre caliente como fina lluvia.

Si pudiera...

Si pudiera, volvería a morir y resucitar otras mil veces.
Mil veces maldito, mil veces vivo.

Creéis conocerme y solo soy una ilusión de vuestras mentes,
un pequeño voltaje en vuestro corazón.
Creéis amarme y solo temeis a la soledad,
esa que es mi alma gemela.

Mil veces olvidado, mil veces vivo.

lunes, 15 de junio de 2009

SePPuKu


Vencer o morir...

Quedarme en tus labios o a diez mil kilómetros de ellos.


Y heme aquí, componiendo mi zeppitsu, sobre una tela desgarrada y llena de recuerdos. Mi lamento es el grito en silecio de aquel que nunca aprendió a perder, de quien no aguanta quedarse a medio camino de sus sueños.

Vencer a tu corazón o morir el mio.

Y es por eso que mi vientre fué desgarrado, y esparcidas por el suelo, todas mis esperanzas y promesas. La hoja del tantō se hunde en mi abdomen y expulsa todos mis recuerdos hasta llegar al esternón.

Y el dolor de la muerte no fué nada comparado al que sufrí en vida.
Y el honor de la muerte no fué nada comparado con el de luchar por tí.

Nada peor que seguir vivo con el corazón desgarrado. Nada peor que sobrevivir a tu propio Seppuku.