sábado, 2 de agosto de 2008

Errores en cadena




Una jodida fila de fichas del dominó, que van cayendo una a una, tu a un lado de la mesa, yo al otro, mirando como caen sin interrupción, sin hacer nada, tal vez temerosos de mover las manos para parar esa cadena y de este modo unirlas. La partida hace tiempo que terminó, y sin embargo, los jugadores no abandonan la mesa, pero ya no quedan más reproches que hacerse...

Una nube de frases atormenta mi turbada mente mientras trato de hacer el camino de la forma más sencilla posible..."No es tu culpa", "Me alegro por tí", "Que seas feliz"... Hastiado, de decir cosas que solo he aprendido a decir, pero que jamás he llegado a sentir, más vacío cada día, harto de ser un espectador más, no tengo más frases para los demás, no tengo ni siquiera una frase para mí.... "Todo se acaba", "Esto tenía que pasar", "Fué un buen recuerdo", "Todo llega"... Pero mientras, ¿Qúe me queda?, lamentar y jurar abrir los ojos, justo cuando más luz hay para deslumbrar... cuando la lámpara está hecha añicos.

Lamentar, si, lamentar haberte conocido, lamentar haberte mirado a los ojos y en ese instante ser incapaz de ver más allá de ellos, lamentar haber apartado la mirada aunque solo sea por un instante y fijarme en unos ojos que ocultaban toda la maldad del mundo, de volver a fijar mi atención en los tuyos cuando estos ya estaban fijos en otros, de mirar miles de ojos más desde entonces, solo por una noche, y que ya olvidé al despertar del día siguiente.

Si he llegado hasta aquí por unos errores encadenados, si he extraviado el camino de vuelta por mirar solo hacia delante, hazme entonces cerrar los ojos, y que al cerrarlos, tu imagen sea borrosa, confusa, para así cerrar este capítulo de mi vida, que se antoja semieterno, como esa caida de fichas, que no obstante, acaba con todo por el suelo...

1 comentario:

Kirian dijo...

Si, la vida se compone siempre de los mismos errores vez tras vez aunque despues de "el ultimo" nos prometamos a nosotros mismos que no volveremos a tropezar con la misma piedra. Por lo menos lo "bueno" es que nos tropezamos con los ojos abiertos y la ostia es consciente... y sino preguntame a mi que te doy clase magistral :p