Políticamente incorrecto, cuando el sueño de un loco se torna en unir palabras no puede salir nada bueno para los hipócritas. Una mirada visceral a los secretos que nadie otorga.
domingo, 24 de febrero de 2008
Sobre trenes perdidos
Sobre impuntualides, sobre retrasos, sobre oportunidades perdidas, sobre lágrimas absurdas vertidas cuando el interesado está de espaldas a la realidad...
Esta es la historia de un tren que salía a las 7, me esperaba hasta las 7:30 y yo llegué a las 8. Cuando llegué al andén todavía quedaba su olor, como desvaneciéndose, de tristeza por mi retraso voluntario, y no tuve más remedio que abrazarme a las vias y sentirme invadido por el recuerdo, aspirando esas últimas moléculas que revivian tu olor, que me hacían pensar que te abrazaba a ti. Y desesperado, empecé a andar por la vía, siguiendo tu rastro, a velocidad de tortuga, sabedor de que has llegado a otra estación y has conocido a otros viajeros errantes, pero a cada paso, mi mente es invadida por la historia de nuestro viaje.
Quemamos nuestros corazones, arrasamos la ciudad, no había un solo rincón donde no nos jurásemos un sábado más, una historia que no sabíamos si estaba muerta o simplemente por inventar, y fué así como nos fundimos entre promesas que no se dicen, secretos que se transmiten con la lengua, pero no hablando, y cuando nos quisimos dar cuenta, amanecimos juntos, asomados a una ventana pequeña, contemplando la enorme Madrid, cualquier lugar nos cabía en aquella cama de 90...
Quiso la noche engañarme, prometiéndome que el tren que llega a tu eternidad me estaría esperando siempre, y yo me dejé llevar, por esos lugares de la galaxia, donde las princesas son de cartón y su corazón está dibujado con un rotulador rojo, donde los besos saben a latex y el amor es suministrado artificialmente en pequeñas dosis, todos los jueves a partir de las 23:00.
Y continúo, caminando perdido, por si encontrase, si acaso, el lugar donde tus besos están guardados bajo llaves, o si no, me conformo, con un lugar donde olvidar que las vías son confusas y te entregaste a los besos de un viajero con guía de viaje.
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10 comentarios:
¿Y quién no ha perdido nunca el tren?
¿Y de verdad pasan más trenes?
Siempre pasan más. Aunque sólo si esperas cerca de la estación y resistes la tentación de tirarte a las vías.
Sólo una cosa: procura no reservar billete con demasiada antelación...
porque los trenes pueden ser puntuales o no...
sempre kedaté en la estación porque tarde o temprano aparece el siguiente!
mUak
recomendación: puntualidad, o llegar con una hora de antelación
saludos! (me hiciste recordar el tren que perdi hace un mes...física y mentalmente)
Creo que estando cinco minutos antes de que salga el tren bastará ^^
(Eso en caso de que pase otro, claro, que nunca se sabe)
puede ser que tengas razon, tengo problemas de "execiva puntualidad"..
sera mi stress natural?
yo no quiero perder mi tren, pero no esta en mis manos, él lo perderá y se arrepentirá después yo ya recordé. él aún no. yo ya empezé a borrar. el tren lo dejó a él. o me dejó a mi?
HOLA PENSE QUE ME CONTESTARIA ALGUIEN, YO SOY LA DEL COMENTARIO ANTERIOR. SI ALGUIEN ME PUEDE RESPONDER ESCRIBANME LUNA.DE.PAPEL@HOTMAIL.ES
Pues anónima, las vias siempre están llenas de lágrimas de arrepentimiento, igual es el billete equivocado hacia ninguna parte
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